La lista de la compra

Esta es la historia de cuando fuimos a hacer la compra por primera vez. Las Existencias de comida congelada traida por la madre de Toni y Berto se habían acabado hace un par de días por lo que pasabamos por una ligera etapa en la que comiamos apenas papas fritas y perritos calientes. Decidimos que esto se tenía que acabar e hicimos una lista con todas las cosas que faltaban en la casa y comida varia. Nos pusimos camino al supermercado cuando, para empezar, se nos olvidó la lista de la compra en casa y tuvimos que volver, ligero contratiempo, ibamos en coche osea que tampoco pasaba nada.

Al llegar allí empezamos a comprar racaneando en cada centimo, elegiamos atún en latas de 1kg , leche marca hacendaño (hacendado en verdad), los paquetes de spaghettis más gordos que habían.... Todo iba bien hasta que llegamos a comprar el jamón y el queso, nos hicieron una pregunta que ningún estudiante novicio en el arte de hacer la compra es capaz de responder "¿Cuantos gramos quiere?". No eramos camellos ni nada por estilo por lo que no estabamos acostumbrados a manejar gramos, recordé mis no muchas tardes de gimnasio, "una pesa de un kilo tampoco es mucho" pensé, "pero me preguntó en gramos, no en kilogramos, por lo que no espera una medida tan alta" al final coincidimos entre los 3 de que 1kg sería una cantidad moderada, y para colmo le solté luego con fin hacerme el entendido "¡Y ponmelo en loncha fina, que gusta más!". Cuando después de 5 minútos cortando queso al mujer todavía no había acabado y se había formado una cola detrás nuestra bastante considerable, empezamos a pensar que quizá nos habiamos pasado un poco.



Cuando después de una semana y algo, entre salsa de queso, papas locas, perritos y sobretodo sandwiches, se nos hacía acabado el queso decidimos que para la proxima vez compramos un tocho de queso para rallar que dura más y quizá kilo y medio en lonchas, ¡y que la gente espere si le da la gana!