jueves, 29 de octubre de 2009

Las entrañas de la bestia


Es algo inevitable que nos pasa a todos, tarde o temprano nos tocará y lo sabemos. A nadie le gusta enfrentarse a éste suceso, algunos sabios recurren a otros para ocupar su lugar y otros valientes insensatos lo intentan afrontar sin miedo.

Estoy hablando claramente de los atascos de cañerías, cuando después de usar el lavamanos, tus temores se cumplen y ves que el agua no baja. Entonces te surje una duda ¿Lo dejo ahí tan tranquilo? supongo que con el tiempo bajará ¿o hago algo?. Existe gente que incluso intenta convivir con ello, mirando impotentes cada vez que termina de lavarse las manos a ver si de casualidad desaperece ese cancer en las tuberías que no podemos ver, pero que todos sabemos que está ahí, retándonos y riendose en nuestra cara.

Yo he sufrido éste mal y no tuve la fuerza de voluntad para aguantarlo. Todo comenzó como le pasa a cualquiera justo después de lavarme los dientes comprobé que me había tocado. "A mi no me asusta ningún lavamanos" pensé desde mi ignoracia "tampoco me hace falta llamar al casero, ni fontaneros, ni nadie, esto lo arreglo yo en un momento". Llamé a Toni para no enfrentarme al peligro solo y nos pusimos a la tarea.

Nada más adentrarnos en la aventura un intrincado sistema de puzzles nos imposibilitaba el acceso a dentro de la caverna, usamos todo nuestro ingenio para localizar la ruedita que había que girar hayando así al clave del rompecabezas, si hubieramos sabido lo que nos esperaba al otro lado no se si lo hubieramos hecho. Al acceder a las entrañas del lavamanos tuvismos que realizar una retirada estratégica ante el peor hedor que hubieramos olido nunca, nuestra imaginación no podía suponer que formaría tal olor, quizá los antiguos residentes quisieron deshacerse de un cadaver contándolo a cachitos y tirándolo a las alcantarillas.

Acumulamos valentía, volvimos a entrar y hayamos con la fuente del mal. Un amasijo de algo que sólo podemos calificar como mierda varia, se había acoplado al fondo de una parte de la tubería de forma concava. Ambos nos miramos y supimos que pensaba el otro "Yo no lo voy a tocar, cógelo tú". Tras segundos de no hacer nada me adelanté y agarré el tubo donde se había agarrado la "criatura" y me dispuse a purificarla con agua. Vamos a ser sinceros, no se me pasó por la cabeza en ese momento lo que significaba la combinación de tener la tubería en la mano y abrir el grifo, menos mal que habíamos puesto una palanga bajo el lavamanos previamente que sino me veía fregando con una mascara antigases todo el baño.

Nada pudimos hacer contra aquel ser, osea que lo dejamos dándose un rico bañito en lejía durante toda la noche. Tras 48 horas sin resultados y después de raspar bastante, nos dimos por vencidos, esperando que con lo poco que habíamos quitado fuera suficiente para que al menos aguantara desatascado un tiempo, hazta que justo antes de retornarlo a su guarida me dio por girar la tuvería, dejando la parte concava hacia abajo. Se desprendió todo de un simple golpe contra el vidé.

Yo, creyendome superior al resto de gente que recurre a medios externos para solventar el problema, que aquel pegote hubiera durado 48 horas tras aplicarle todo lo que se me pasó por la cabeza, y no intentar una técnica tan simple y efectiva como ponerlo boca abajo y golpear, me hizo admitir mi propia derrota e irme con la cabeza agachada por el pasillo, con el pensamiento de no volver a subestimar el honrado trabajo de un fontanero.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Entretenimiento funicular


La verdad es que somos medio gitanos en el piso. No tenemos televisor, ni un triste juego de mesa, ninguna consola, ni en general ningún medio para pasar el rato exepto el ordena, ello provoca que nos demos de tortas cada dos por tres para poder descargar de megaupload y ver por megavideo. Pues lo que nos queda para pasar el rato normalmente es tomarnos una cervecita o hacernos un sandwich, bueno esto último no, porque hace como un mes que se nos rompió la sandwichera para calentarlos, (y todos coincidimos en que tomarlo frio es muy ruin) lo que nos deja sólo con la cerveza. ¿Son cosas mias o el alcohol nos aporta todas las soluciones de la vida?

Por esto, he recopilado una serie de recursos que tenemos en el piso para matar en tiempo en general:


- Bloquear la puerta del cuarto de Toni con el armario. El armario del salón está al lado de la puerta del cuarto de Toni, y Berto y yo lo hemos rodado ya un par de veces por la noche para verr si Toni de un casual se levanta sobado y se choca contra el armario al abrir la puerta. Es bastante divertido aunque todavía no se ha chocado nunca.

-Salir a pasear. Yo la uso como último remedio, realmente entretiene poco y cansa lo suyo, ya que vivimos junto a una cuesta graciosa.

- Aguantar la respiración. Tampoco es de las mejores actividades pero se puede competir con otro participante, hacer competiciones de relevos por equipos o simplemente intentar superar tu propio record personal.

- Ver cuantas cosas te caben en la boca. No malinterpretar esta actividad, consiste en cortar carne, salchichas, arroz... para ver cuanta cantidad puedes llegar a meterte en la boca y tragarla. Consejo, ten a alguien al lado yo casi me ahogo una vez.

- Volver del baño con la mano mojada de agua y ponersela a otro en el hombro. Esto es bastante divertido ya que la reacción del otro suele ser apartarse inmediatamente si sabe que vienes de mear, yo siempre que lo hago suelto al frase "que bien sienta meter la manitas debajo del chorro". Cada uno le puede dar su toque maestro

- Haz efectos vocales. Esto es divertido al rato, cuando llevas 10 minutos persiguiendo a alguien y poniendole efectos a todo lo que hace como abrir una puerta, sentarse en una silla, freir algo...

- Intenta normalizar una palabra inventada o rara. Esto es un periodo a largo plazo y consiste en invertarse una palabra o coger una que nadie sepa lo que signifique como por ejemplo funicular e intentar usarla lo más posible dandole un significado aleatorio. Ejemplos de frases:

·"Joder tio se me quemó la comida, si tuviera aquí mi funicular....."
·"¿Pero que estás haciendo cacho de funicular?
·"He visto muchos funiculares pero ninguno como tú tio"
·"Tio gracias me tienes aquí para lo que necesites ¿oiste? a partir de hoy voy a ser tu funicular propio"

- Echarle a alguien algua a la cara fingiendo un estornudo. Esto es muy divertido aunque hay gente que se lo puede tomar a mal, el truco es coger poquita agua en la mano y lanzarsela al otro a la cara mientras finges estornudar y luego mostrarte arrepentido para que quede más creible.

- Afeitarte. Pasas el rato haciendote dibujitos raros en la barba, aunque a mi no me sale tanta.

Estas son algunas de las cosas que he visto o me he inventado para pasar el rato en el piso, también existen cosas que nunca se hacen por muy aburrido que estemos como:

- Fregar la losa. Siempre se puede esperar a que venga otro.
- Recoger al ropa tendida. Aunque lleve 3 días... "Es que pensé que estaba mojada todavia"
- Lavar el suelo. ¡Si se va a ensuciar igual más tarde o más temprano!


Y muchas coasa más pero no quiero hacer muy largo el post ¿no?

miércoles, 7 de octubre de 2009

Jungle eat


Tres estudiantes alrededor de la mesa, un único plato lleno de comida, un tenedor cada uno, miradas desconfiadas los unos a los otros y mucha mucha tensión. Así es como se caracteriza el juego que marca quien pasa hambre y quien come en nuestro piso, ¡es un juego de desconfianza, alianzas, traiciones, capacidad de reacción y mucha velocidad!

Instrucciones:

Se suele jugar al almuerzo o la cena, desde 2 hasta 3 jugadores se reunen en torno a la mesa y justo en el centro se pone una hondilla o fuente llena de comida varia como pueden ser papas locas, revueltos ¡o incluso espaguetis!

Los jugadores deben comer lo más rápido posible para saciar el hambre, está permitido molestar al contrario y la violencia explicita ¡si con ello consigues comer más que el otro! Puedes jugar con personajes diferentes como Berto, Toni o David ¡cada uno tiene sus reglas especiales para cada partida! David goza de buena velocidad, mientras que Toni se especializa en usar la fuerza molestando a los demás jugadores y Berto, bueno, Berto es sólo Berto.

El objetivo del juego es simple come todo lo que puedas para no quedarte con hambre, los perdedores son los que menos comida han podido llevarse a la boca cuando esta se acabe, su castigo será mendigar algo en la nevera como un pan de molde o leche con cereales.

Jungle eat sólo se puede encontrar en pisos de estudiantes o cuando vas a un bar a comer con amigos y pides papas locas entre varios. No recomendado para menores de edad, gente con diabetes, trastornos alimenticios, hemofilia ni problemas dermatológicos.